De Molen Bloed, Zweet & Tranen.

Sangre, sudor y lágrimas es lo que promete esta cerveza de los maestros holandeses. Una stout ahumada de 8,4% APV y 29 IBUs, un estilo este que nos llama la atención. Por supuesto que no hemos probado nada parecido y viniendo avalada por la prestigiosa cervecera flamenca no tardamos en servirla.

En vaso tiene un color negro muy oscuro, que apenas deja pasar la luz, en la etiqueta reza 169 EBC. Servimos la cerveza con fuerza y aparece un dedo de espuma blanca que pronto deja sólo una capa muy fina. En nariz es intensa, muy fuerte y desde el principio parece que hemos llenado la copa de humo. Tiene aroma a barbacoa 100%, a madera humeante, a bacon ahumado, también a aceitunas negras y a caramelo quemado. En boca deja las mismas notas que en nariz, pero se nota más el caramelo y tiene una presencia amarga que contrarresta en parte el sabor ahumado tan fuerte. Es suave, casi cremosa, con un cuerpo intenso y tiene una carbonatación débil. El final es lo más complejo de la cerveza, no es nada seco, dejando un gusto un poco dulzón, como de caramelo en la garganta, acompañado de un retronasal de fuerte ahumado y en el que no se nota apenas el acohol.

Una cerveza que no puede dejar indiferente a nadie. El ahumado es demasiado fuerte y solapa todos los demás matices, pero desde luego es una cerveza interesante, al menos en el sentido de que nunca habíamos probado algo con un matiz tan pronunciaedo. Nos queda la duda de por qué han elegido citar a Churchill para nombrar esta cerveza. El duque de Marlborough era famoso por los discursos cargados de fuerza, rabia y agresividad que pronunciaba. Parece que los holandeses hayan querido meter todo eso en una botella. Un bonito concepto, pero del que no repetireos.