Presentación de la nueva carta de Gastrobeer.

Este sábado acudimos a Gastrobeer a una cata maridaje que servía como presentación de varios de los platos de su nueva carta. Para su diseño han contado con la ayuda del cocinero Javier Ferrer y con ella quieren darle un impulso a la oferta culinaria del local. Están trabajando para poder ofrecer el mejor acompañamiento que merecen las buenas birras que sirven, y para este maridaje seleccionaron cinco platos que van a estar esta carta, en formato reducido de tapa.

Abrió la cata esta Blanche de Namur acompañada de una tapa de pulpo al horno con alioli, un maridaje clásico y siempre acertado. Desde la cocina se disculparon por el tamaño de la ración, dijeron que el pulpo había encogido más de lo esperado. La cerveza, una witbier de libro que no por ser muy conocida deja de tener calidad, de hecho fue la favorita de alguna de las asistentes a la cata por sus aromas cítricos y especiados y su facilidad de trago. Casaba bien con el pulpo y el alioli, las notas cítricas de la cerveza belga encajaban bien con los sabores de la tapa, aunque debido al tamaño de la misma el maridaje fue un suspiro. En resumen un inicio ligero y fresco para esta cata.

En segundo lugar encontramos sabores más fuertes, tanto en la cerveza como en la tapa. La Samuel Smith Nut Brown Ale acompañaba a una tapa de humus. Al leer la etiqueta de la cerveza, que no habíamos probado, nos preguntamos el porqué de la palabra Nut, nuez o frutos secos en inglés. Nuestra duda se despejo al oler y saborear la cerveza, con un principio dulce pasa luego a ser más especiada, dejando notas de nuez moscada y un final seco. Este toque especiado acompañaba bien al sabor de sésamo tostado y comino del humus. Particularmente no soy muy fan de este estilo de cerveza, pero es una birra interesante, cumplió muy bien su papel y no desapareció ante la presencia de un plato fuerte y especiado como es el humus.

La siguiente combinación fue bastante más fresca. Por un lado sirvieron una Naparbier Pale Ale, todo un cervezón. Muy potente en nariz, tropical, herbácea y resinosa, y refrescante y amarga en boca. En el plato una coca elaborada con Budvar pilsen con salmorejo, albahaca y jamón de pato. Una tapa muy rica, la coca consistente, la combinación del salmorejo y la albahaca muy refrescante y el pato muy sabroso. Sabores en la cerveza y en la tapa que ayudaron a limpiar el paladar después de un maridaje anterior más pesado. Probablemente la tapa y la birra que más nos gustaron, ¡los lúpulos americanos que los navarros emplean a saco y el salmorejo casaron de 10!

Como cuarto maridaje de esta degustación encontramos la Ernest & Chus, fruto de la colaboración entre Yria y Medina y una mini burguer italiana. La dark saison lleva un macerado de virutas de cedro al ron, cedro que domina en nariz, y que luego deja notas de monte, incluso a orégano. En boca se nota más dulce y también las notas tostadas, y es muy potente, no deja indiferente a nadie. Por su parte la hamburguesa estaba rica, también llevaba albahaca y eso le daba un buen toque, además de que se complementaba con el cedro de la cerveza. Otra buena combinación, ya que el caracter de monte que hemos comentado antes de la cerveza encajaba con la albahaca y la carne.

De postre pudimos degustar un helado y una cerveza bastante fresca, ácida y herbácea más que frutal, la impronunciable Haandbryggeriet Tindved. El helado era de chocolate blanco, muy bueno, e iba acompañado de una tierra de cardamomo, sabor este también muy fresco y ligeramente picante, que encajaba con la cerveza. Al principio esta cerveza desapareció en nuestros paladares, puesto que la anterior había sido mucho más intensa y aromática, tras tomar el helado pudimos apreciar mejor los sabores de esta birra noruega. El perfil ligeramente ácido de la cerveza y la baja graduación, 4,5% APV la hacen muy fácil de beber, y realmente el toque de cardamomo acentuaba el sabor de la birra.

 Lo pasamos muy bien como siempre que vamos a las catas que organiza Gastrobeer, totalmente recomendables para los que no hayais estado todavía en ninguna. Las tapas fueron todas ricas, así como las birras, especialmente, y esto es opinión personal, la Naparbier que es un cervezón con mayúsculas y la Ernest & Chus que es muy intensa y peculiar. Los maridajes estuvieron bien pensados, y la cata tuvo un ritmo agradable para el comensal, se fueron intercalando sabores frescos con sabores más fuertes y pesados, lo que ayuda a limpiar el paladar y poder saborear todos los platos. Estaremos atentos a próximos eventos que organicen para no perdernos nada. ¡Salud!.