Naparbier Hop Doom.

Con este nombre y etiqueta que asustan los Naparbier presentan esta Imperial IPA de 11,5% APV y 300 IBUs. El diseño que evoca a algún ser salido desde el mismo infierno, nos avisa de que esta cerveza va a ser una condena de lúpulo. Si todas las condenas son así, bienvenidas serán.

En vaso es turbia y de color ámbar claro, alrededor de 20 EBC. Tiene una capa de un dedo de espuma muy fina y muy bien integrada. Deja un buen encaje y la burbuja se pega bien a las paredes de la copa. En nariz es intensa, nada más abrir la botella ya se percibe su aroma, y predominantemente dulce. Tenemos mango, caramelo, y frutos secos, también da notas de hierba y resina. En boca también es potente y dulce. Sabores tropicales y caramelo mandan, también encontramos sensaciones de resina y especias. Tiene un cuerpo denso y una carbonatación baja. Es cremosa y suave, llena y calienta toda la boca en cada trago. Tiene un final largo, muy fuerte y amargo, con un toque alcohólico y retrogusto de caramelo.

Una cerveza que desde luego es una experiencia fuerte, muy intensa en todos los sentidos, se nota el alcohol, pero este no apabulla y el amargor final no es apto para todos los públicos. Para mí no es la cerveza más redonda que he probado de los navarros. Tiene como dos partes, en boca es muy dulce, y luego el final es muy amargo, pero esos sabores no están integrados y hacen que la cerveza no tenga un equilibrio completo. Aún así, una buena Imperial IPA que hará las delicias de los amantes de las cervezas intensas y con finales muy amargos.