Caminito.

El verano es tiempo de playa, de luz intensa y de salitre. Es también una época en la que una plomiza pesadez provocada por la canícula lo invade todo, y en la que encontrar un lugar al fresco y tomar una cerveza tranquila se disfruta de manera especial, sobre todo si se puede hacer con el tiempo detenido gracias a ese periodo de libertad de nuestra rutina cotidiana al que llamamos vacaciones. Y desde un deteriorado Mar Menor traigo hoy esta cerveza de La Ribera Beer Company, una compañía murciana que nació hace menos de un año y que tiene ya tres cervezas en su catálogo. Esta IPA Caminito es su cerveza más novedosa, la presentaron hace un mes aproximadamente y por su nombre y por la leyenda que se puede leer en su etiqueta evoca a un viaje de descubrimiento vital, a una manera de aprender gracias al movimiento y al intercambio entre lugares.


Esta "Nuevo Mundo IPA" tiene una graduación de 6% APV y 40 IBUs. Tiene un aspecto limpio, con una buena capa de espuma jabonosa de burbuja fina que deja huella en el vaso. Es de color ambarino y tiene cierta turbidez. Su aroma es en general agradable, no muy intenso. En nariz aporta un primer golpe de resina y pomelo,  también deja notas de frutas de hueso para terminar con un final de galleta o incluso miel. Este aroma maltoso, que recuerda a cervezas inglesas se va acentuando cuando la cerveza va ganando temperatura. En boca también deja una sensación inicial de pomelo y melocotón y una sensación de amargor que impregna toda la boca, incluido el paladar. Tiene más sabor de fruta y menos de resina, incluso me ha recordado ligeramente al tomar temperatura a una mermelada de albaricoque, el amargor residual de la cavidad de la boca compensa esos sabores algo más dulces. Tiene un cuerpo suave y sedoso, con baja carbonatación, lo justo para que provoque un pequeño picor en la lengua y al fondo de la garganta en cada trago. El final es corto y almibarado, más bien dulce, con notas de pomelo en el retrogusto.


Caminito busca ser una IPA clásica en un océano de turbidez. Tiene un aroma franco del estilo que no es muy potente pero que aporta lo suficiente y en boca ofrece también buenos sabores. Tiene un final que de ser más seco daría más presencia a la cerveza. Este final dulce hace que el trago se quede un poco plano, en comparación con otras cervezas del estilo le falta mordida no sólo de amargor o intensidad, también de sabor. Por otro lado, quizás eso la convierte en una cerveza accesible a todo tipo de bebedores, fácil de beber, con una destacable sensación final de pomelo en la boca. La leyenda de su etiqueta indica es que una cerveza entre dos mundos, y así es. Una birra a medio camino entre una American y una English IPA, con aportes de los dos estilos, en la que se notan materias primas de los dos continentes y con una ilustración colorida que nos transporta a otras latitudes. ¡Salud!

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