Shooter´s Lab.

Comer y beber son dos placeres inigualables. Desde que el homo sapiens descubrió el fuego comenzó a alterar en algún modo los alimentos que encontraba para consumirlos más a su gusto y de una manera más saludable. De hecho según el fallecido Eduard Punset, lo que nos distingue realmente a los humanos del resto de las especies, lo que nosotros hacemos que ninguna otra especie hace, es cocinar. 
Hoy en día disfrutar de la comida y la bebida es algo que todo el mundo, de cualquier cultura, realiza en mayor o menor medida. Cada persona y cada cultura tiene sus gustos y preferencias en cuestiones culinarias, pero la unión de esos dos elementos, comida y bebida, permite romper algunas de las reglas a las que estamos sujetos y proporcionar una experiencia diferente. En este sentido el vino ha hecho históricamente un gran trabajo colocándose en el centro de este mundo de maridaje culinario, pero en estos últimos años la cerveza está consiguiendo ocupar parte de ese espacio que por justicia le corresponde. Esto se está consiguiendo gracias a profesionales de la hostelería que están trabajando muy bien y ofreciendo a sus clientes experiencias memorables, experiencias de armonía culinaria, utilizando el término en portugués harmonização que define a la perfección esta idea de maridaje. 
Para encontrar combinaciones que realmente ofrezcan esta experiencia hay que fijarse en los detalles de cada uno de los productos a maridar y en su efecto sobre el otro. Y esta es la filosofía de Shooter´s Lab que arranca su tercera temporada como referente del maridaje culinario con cerveza en la ciudad de Murcia. Mantienen la misma fórmula sencilla con la que abrieron su local, 5 grifos 5 platos, cada plato pensado para una cerveza de las que están pinchadas. Un concepto innovador y único en Murcia, que coloca en el centro de su oferta el maridaje cervecero, apostando por cerveza artesana, principalmente local y nacional, y una cocina de mercado con un sello muy particular que aúna productos tradicionales de la región con especias orientales y aires exóticos. Ofrecen una pizarra que está en continua rotación y por la que en los últimos dos años han pasado más de 500 cervezas y 300 platos, dando la oportunidad a sus clientes de probar platos nuevos constantemente. En esta época en la que los amantes de la cerveza buscan probar una nueva cada día, ellos nos ofrecen también la posibilidad de probar un plato nuevo cada día, un órdago a la grande.
Aquí dejo el repaso de los maridajes de los que pude disfrutar hace poco, platos que pronto desaparecerán en una pizarra con tanto movimiento, aprovechad si los veis.


Primero, esta kölsch de Cátedra estaba acompañada por unos huevos benedictinos con salsa bearnesa y espinacas. Cerveza y plato suaves, con sabores finos, el cuerpo ligero de la cerveza y su final lupulado ayudan a limpiar la boca de la untuosidad del la yema del huevo y la bearnesa. El toque ligeramente dulce de la malta compensa la ligera acidez de la espinaca. Dos elementos de intensidad contenida ideales para comenzar un festín.

Juan, Diego y Ainhoa forman Shooter´s Lab y en su filosofía de trabajo el contacto directo con los productores cerveceros es lo más importante. "No compro cerveza si no tengo el número de teléfono del productor" dice Juan. De esa manera puede saber la fecha de envasado de la cerveza ya que ha conseguido un círculo de clientes exigentes que demandan frescura. Por lo general prueban cervezas en ferias o de muestras que les envían y no compran nada si primero no han catado la birra o al menos alguna otra referencia de esa cervecera.

El segundo de los maridajes que probé consistió en una Blat de Sac de Guineu con un cazón en adobo con papa morada y mayonesa de especias aromáticas. Esta hefeweizen de 5,6% APV tiene un cuerpo algo cremoso, un toque ácido y un aroma fenólico algo especiado. Cerveza que encaja a la perfección con el plato propuesto que tras el mordisco crujiente dejaba una textura muy suave del pescado y que tenía su punto justo de vinagre y de especias. Nunca había pensado maridar una cerveza de trigo con un pescado, y vaya sorpresa, armonía de sabores, texturas y aromas, de 10.

Los 5 grifos tienen una rotación bastante rápida y ofrecen artesanas de primera línea nacionales e internacionales, además cuenta con unas cámaras cargadas de novedades que hacen las delicias de los frikis de la ciudad. Normalmente encontraréis un grifo con una cerveza rubia, lager, kölsch, blonde ale etc; un par de grifos de lúpulo, con una cerveza más suave y otra más potente; y otros dos grifos en los que van rotando cervezas tostadas, negras, ácidas o de estilos variados. Poco a poco han educado a sus clientes y éstos les piden mucho lúpulo y también ácido, algo nada común en una ciudad como Murcia.

El tercer plato del día fue esta chuleta de cerdo ibérico agridulce con polenta y jalapeño, acompañada por la Berliner weisse con fresa de Murcia Lab. El ácido de esta cerveza y su final seco ayudan a limpiar el paladar tras una salsa súper sabrosa, de textura densa, dulce y especiada y con un ligero toque de jalapeños. El final de fresa de esta berliner encaja con la polenta, ligeramente dulce y redondea un maridaje de sabores diferentes y arriesgados.

Su cocina se ha especializado en el cambio de carta constante. Diego prueba las cervezas y se deja asesorar por el resto del equipo a la hora de idear los platos que va a elaborar. Ha creado en su cabeza un diccionario extenso de sabores de cerveza y comida e intenta combinar lo que percibe en una cerveza con elementos que encajan según su forma de entender la cocina. Cuenta que sigue leyendo mucho sobre cocina para seguir aprendiendo y reconoce cada vez está tomando más riesgos a la hora de diseñar sus platos. Intentan hacer  cocina con personalidad para que encaje con cervezas con personalidad, comprando a diario en mercado y apostando por lo que más les gusta sin buscar el camino más fácil.

Por último tomé un yakisoba de pollo y verduras maridado con la Killer Instinct de Guineu, una session IPA de 4,5% APV. Un plato intenso, picante, con fuerte presencia de salsa soja, de latitudes tropicales. Acompañado por una cerveza fresca, cítrica, resinosa y frutal. La noche y el día en un maridaje de contrastes en el que los opuestos se complementan para redondear la experiencia gastronómica.

Y así terminé esta sesión de maridajes en este local que parece que ha decidido reinventar la rueda y hacer algo totalmente diferente dentro de la homogeneidad que tiene a su alrededor. Desde que abrieron han tenido clara cuál es la línea de trabajo que quieren seguir y desde luego la están manteniendo por todo lo alto. Se han convertido por méritos propios en el lugar de peregrinaje de los aficionados cerveceros de la ciudad, y su concepto de unión de cocina y cerveza es un caballo ganador. Seguiremos disfrutándolo. !Salud! 

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