Yakka Tipo Lager

Las cervezas lager dominan el mundo. Originadas en la región de Baviera, hay algunas referencias que se relacionan con la "lagerización" de cervezas ya en documentos del S. XV, fue durante el S.XIX y gracias a la industrialización que estas cervezas se impusieron en prácticamente la totalidad del planeta. Estas cervezas fermentan y maduran en frío ralentizando así el metabolismo de las levaduras. Esto hace que se produzcan menos ésteres y otros compuestos y a la vez permite tiempo de sobra a la cerveza a reabsorber esas sustancias que pueden producir aromas o sabores fuertes, dando como resultado un producto con un sabor más limpio en el que las maltas y los lúpulos tienen el protagonismo absoluto. Y aunque la mayoría de estilos tradicionales son todo malta y de tonalidades más oscuras, son las cervezas más pálidas y con una presencia notable de lúpulos nobles las que más se extendieron y las que ejemplifican a la perfección lo que hoy todo el mundo entiende por "cerveza". 

En su búsqueda de nuevos sabores intensos y diferentes los cerveceros artesanos parecieron dejar de lado estos estilos en un principio, pero ahora en EEUU parece que las lager son las nuevas IPA y se están elaborando cada vez más referencias buscando esa simplicidad y franqueza de sabores. En España cerveceras como La Virgen, Zeta, Arriaca o Dougall's han recogido también ese guante y tienen lagers en el mercado bastante populares.

Yakka también se ha subido a ese carro y elabora desde hace un par de meses esta Tipo Lager que con esa etiqueta tan murciana se ha convertido en la cerveza más popular de su nuevo taproom.

Tiene 5,2% APV y 18 IBUs y en vaso es de color entre paja y dorado, alrededor de 5 SRM y una cabeza que no es abundante pero sí persistente. Tiene algo de turbidez que no impide ver la burbuja y deja buen encaje. En nariz es muy alemana, seca, con presencia franca de aromas terrosos, herbáceos y florales, con un fondo de cereal y molla de pan. En boca es más equilibrada con una presencia de malta que llena la boca y lúpulos más atenuados que en nariz que dejan un amargor sutil. Tiene un cuerpo ligero, pero llena la boca son su suavidad y carbonatación y tiene un toque ligeramente ácido que ayuda a limpiar la boca. Su final es largo y amargo, en el que se notan el amargor y la burbuja, tiene un retrogusto ligero de cereal y pese a no ser excesivamente es refrescante y fácil de beber.

Una cerveza rubia con toques florales y con una presencia de malta más destacada que una pilsen, si la tuviera que poner en un estilo diría que es una helles, y como está sin filtrar, de ahí la turbidez, podríamos ponerle el apellido de kellerbier. Es una buena cerveza que aporta complejidad contenida y equilibrio, con un toque aromático más pronunciado, un paso por boca fácil y suave y un final refrescante. Es fácil de entender porqué es popular en su fábrica, sobre todo en este verano que tenemos encima, una birra accesible a todos los paladares, sin más pretensiones que la de ofrecer un trago equilibrado y sabores suaves. Una vuelta a los orígenes, a uno de los estilos más populares del mundo, como ellos mismos dicen en su etiqueta "De la lager venimos y a la lager teníamos que llegar".