Reseña de la 4ª Feria de Fuente Álamo

El pasado sábado fuimos a la 4ª edición de la Feria de Cerveza Artesana de Fuente Álamo. Es el tercer año que acudimos y llegamos con muchas ganas de probar las nuevas birras que se hacen en la región. 

Al llegar nos encontramos con algunas sorpresas. Mutacho, que estaba anunciada en el cartel, no acudió finalmente y Ricote Valley y La Sagra que no aparecían en el cartel, sí que tuvieron un puesto en Fuente Álamo.
Nos contaron los cerveceros que había habido polémica entre ellos y la organización porque el food truck de La Sagra llevaba grifos de cerveza. El resto de productores protestó puesto que una norma de este tipo de eventos es que en la zona de comida no se venda cerveza. Al final La Sagra desmontó los grifos de su camión e instaló un puesto junto a los demás. Esta situación mosqueó tanto al resto de cerveceros como a La Sagra suponemos, la organización debe tomar nota de cómo funcionan estas cosas antes de dar expectativas a unos que vayan en contra de intereses de otros.
Con esa incorporación nos encontramos pues con tres cerveceras murcianas noveles Colapso, Ricote Valley e Inquisidora, tuvimos ocasión de probar sus birras y de charlar un poco con ellos.

Las primeras cervezas que probamos fueron las de Ricote Valley y catamos las dos que traían. La primera fue la Pale del Valle, una pale ale correcta, buena entrada en boca con un toque maltoso suave pero con un final un poco raro. En su web hemos leído que utilizan naranja amarga en su elaboración, quizás fuera eso, nos pareció un sabor más bien a maíz. Su Wit con vainilla en nariz tenía un aroma muy franco de wit, muy bueno, con fenoles especiados. En boca tiene más cuerpo que una wit al uso y un sabor bueno, quizás demasiada vainilla, y esto hacía que el final no fuera nada seco. Dos cervezas que apuntan muy buenas maneras y estaban en general bien hechas. Nos contaron que hacía poco habían terminado su fábrica y se les veía muy contentos de estar en la feria.


Colapso tienen su fábrica en Lorca. Uno de sus cerveceros nos contó que ha estado trabajando unos años haciendo birra en Escocia, que han diseñado ellos mismos la fábrica y que cuentan con fermentadores y embotelladora isobáricos. Tenían pinchadas tres cervezas, de las cuales probamos dos. Pintarroja es una cerveza que etiquetan como una Mediterranean red ale, tiene un aroma suave a frutas blancas, en boca notamos bastante las maltas caramelo y la encontramos algo astringente. Xiquena es una IPA con un buen aroma cítrico y herbáceo, en boca nos pareció muy ligera, quizás es más una session IPA. El final lo encontramos un pelín picante, como con un PH un poco ácido. Ambas cervezas muy correctas que marcan un buen comienzo. Su tercera cerveza Lurca, una red ale, no la probamos pero unos amigos nos dijeron que estaba muy bien, la tenemos pendiente. 


El puesto de Inquisidora, cervecera de Fuente Álamo, estuvo lleno todo el sábado, de hecho en ese puesto fue el único en el que tuvimos que hacer cola para pedir birra. Por ello no pudimos hablar con el chaval que atendía, lo único que nos dijo es que no tiene fábrica, que elabora en la fábrica de unos amigos. Tiene una cerveza, una dubbel con 90 días de maduración. Esta cerveza no nos gustó mucho, turbia y demasiado dulce. No encontramos notas de levadura belga, nada de los ésteres afrutados que caracterizan el estilo, solamente un dulzor muy marcado por el uso de maltas.


Del resto de cerveceras que ya conocíamos probamos algunas cervezas nuevas. Del Molino del Río bebimos una pumpkin ale buena con un final seco y muy bebible. No tenía un sabor intenso de calabaza y se apreciaba al final un poco de jengibre. Parecía una cerveza de otoño, como se dice en EEUU, más que una cerveza de calabaza, por no tener ésta tanta presencia. En todo caso estaba muy buena. De L.A. Canana probamos una APA con enebro, nos pareció que le faltaba madurar, el lúpulo en boca resultaba muy herbáceo, quizás fuera el enebro, en todo caso sabía demasiado a verde. De La Sagra pedimos la Burro de Sancho Rubia, una cerveza ligera pero bien hecha y fresca. De Guimo's bebimos La Morenica, una dunkel con algo de trigo. No nos gustó, tenía un aroma y un sabor raros muy fuertes. Batel traía como novedad una stout con 6 y pico de APV, muy buena, con una espuma marrón tenía todo lo que debe tener una stout americana, cacao, café, un cuerpo intenso y un final amargo. Nos dijeron que era un lote pequeño, a ver si no es el último.

 
 






 De Trinitaria, decir que su Pajiza Rubia, que hacía tiempo que no probábamos, la encontramos muy fina, muy clarita de aspecto, más pajiza que nunca, con un buen toque maltoso en boca y un final especiado y seco, un buen remedio para la sed. De Bizantina probamos su lager, muy buena y Cañonita tenía pinchada su pale ale, también muy bien.

 



La feria estuvo menos animada que los años anteriores, desde luego hubo menos promoción, aún así el sábado por la noche ya se acabaron los vasos de cristal. Además el ambiente entre los cerveceros estaba enrarecido, algunos no estaban contentos de cómo se había desarrollado el sorteo de sitios de los puestos, otro nos expresó su queja porque al terminarse los vasos de cristal la organización les trajo vasos de plástico, y se los cobraron. Nosotros, por nuestra parte, hemos oído que no se invitó a todas las cerveceras de la región, cosa que no podemos entender. 
Este año no hubo premios para los cerveceros ni posibilidad para el público de votar a las cervezas que más gustaran, tampoco se elaboró una cerveza conmemorativa, cosa que algunos asistentes con los que hablamos echaron de menos.
Al final nos alegramos de ver a los cerveceros y esperamos que la feria para ellos no fuera un fiasco. Tuvimos la ocasión de conocer nuevos proyectos de la región, algunos muy interesantes, y pasamos un buen rato bebiendo y comiendo con amigos, que es a lo que uno va a una feria. Volveremos el año que viene, ¡salud!.

Comments

  1. Muchas gracias por la reseña!
    Pásate por nuestra fábrica para probar la Lurca cuando quieras.

    ReplyDelete

Post a Comment