Barcelona Beer Fest 16 y alrededores.

El pasado 5 de marzo nos dirigimos a Barcelona con motivo de la quinta edición del Barcelona Beer Fest, dispuestos no sólo a visitar el festival si no también a tomarle el pulso a esta ciudad que tiene fama de tener la oferta cervecera más amplia de España. Y la verdad es que no nos decepcionó. Murcia está dejada de la mano de los dioses cerveceros, así que ver el ambiente que vamos a relatar a continuación nos dio mucha envidia a todo el equipo que pasamos allí el fin de semana.

Comenzamos el sábado a mediodía pasando por el Abirradero, el brew pub del Instituo de la Cerveza Artesana. Allí escuchamos a los productores de La Quince y de Bidasoa Basque Brewery en un evento meet the brewers organizado en el marco del festival, hablando de su filosofía de trabajo y de algunas de sus birras. De La Quince nos quedamos con su concepción de cerevecera nómada, lo que les permite ser locales en diferentes sitios a la vez. De BBB destacamos la influencia americana de su cervecero y su intención de conseguir los más altos estándares de calidad. Aprovechamos para probar de barril su Hop Hunters, concebida en colaboración entre estas dos cerveceras más Drunken Bros Brewing y BrewGross Company, que como siempre estaba espectacular.
También probamos un par de birras del I.C.A. que la verdad nos dejaron un poco fríos, puede que por probarlas después del pepino que es la Hop Hunters. Estas cervezas fueron la Green Pils y la Beer Table, las dos correctas pero muy flojitas de todo.

Equipo cervecero en el Abirradero.
Alrededor Museu Maritim
Alrededor Museu Maritim
Tras este aperitivo pusimos rumbo al Museu Maritim al que conseguimos entrar no sin haber aguantado antes una parte del equipo dos horas de cola. Este fue sinceramente uno de los aspectos importantes a mejorar por la organización para los años futuros. Este evento se ha convertido en una cita importante a nivel nacional e internacional por lo que acude mucha gente, y debido al aforo limitado del recinto se formaron tales colas para entrar que incluso echaron para atrás a bastantes personas que se dieron la vuelta. Eso sí, una vez dentro no tuvimos que hacer ninguna cola ni para conseguir cerveza ni para comprar fichas, todo hay que decirlo.

Bueno, ya en el interior del Museu, con la guía y el vaso en la mano disfrutamos del ambiente y del gran nivel de las cervezas que en todo momento estaban pinchadas en los barriles rotativos. La gran pizarra del festival es un espectáculo, y aunque a veces era un poco locura seguirle la pista a las cervezas, siempre se oían vítores al oír la campana del cambio de birra.


Y como muestra del nivel estratosférico de las cervezas del festival sirva este resumen de lo que pudimos probar.:

Comenzamos por las cervezas de estilos sueltos que queremos destacar. Una APA de la barcelonesa Hazte 1 Litro, Rubia The Bottle, muy fresca y amarga, fácil y rica de beber. La Saison Lamoille de Lost Nation, también nos gustó mucho, presencia a partes iguales de levadura y lúpulos americanos, nos recordó realmente a la nueva Saison de El Cantero, una pena que no hubiera presente en la feria ninguna cervecera murciana, cuando hay gente que lo está haciendo tan bien. También la Mad Red de Mad Brewing, cerveza que ya habíamos probado en su fábrica en Madrid, buenísima, eso sí que es una roja, y no la Murphy´s.

Dos grandes IPAs americanas, la Founders Centennial y la Lawson´s Finest Double Sunshine, todo un lujo tomarlas a este lado del Atlántico sobre todo la Double Sunshine que es difícil de conseguir incluso en EE.UU. Otra IPA que destacaremos es la So Solid de Cerveza Fort, no conocíamos a la cervecera de Barcelona y nos sorprendió gratamente, aguantó perfectamente el tipo al a ser comparada con cervezas de tanto prestigio.

Tras las IPAs llegó el turno de las strong ales, empezamos con la Bidasoa Basque Brewery Nexus, potente en boca pero muy bebible y aromática; pasamos por la Chimay Blue, que no por ser un clásico deja de ser de nuestra devoción; probamos también la Stone Arrogant Bastard de la que sinceramente esperábamos más lúpulo; y descubrimos la Oerbier de De Dolle que fue una de las cervezas del festival, potente y compleja, con notas de frutas maduras equilibradas con un punto ácido, deliciosa.

Y finalmente nos pasamos al negro. Nos sorprendieron gratamente dos birras nacionales, la Filabres Baltic Porter y la Black Garlic de Cervezas 69, esta última consiguió la medalla de plata del Barcelona Beer Challenge de cervezas especiadas, o con adjuntos vegetales. La cerveza nos encantó y pasamos un muy buen rato con todo su equipo, nos alegramos muchísimo por su éxito. ¡Aupa Albacete!. Estas dos cervezas estarán en la III Feria de Fuente Álamo el mes que viene, para no perdérselas ya que no suelen llegar a Murcia, pese a ser una de Almería y la otra de Albacete. La Baltic Porter de Les Trois Mousquetaires es ya una de nuestras cervezas favoritas, hasta ahora sólo la habíamos bebido de botella, y en barril sigue siendo igual de redonda. Y finalmente dos imperial stout, la De Dochter Sans Pardon, muy buena, muy intensa y con un toque astringente de té muy especial y la Ratpenat Imperial Stout, tan densa que era casi salada, muy torrefacta y una graduación de 11,3%APV, un petróleo en toda regla.

Gracias a la copa de degustación para acreditados pudimos probar estas y más cervezas sin caer redondos al suelo. Gran nivel el de las cervezas nacionales, no probamos una que no nos gustara, y por supuesto gran nivel internacional. El hecho de que hubiera puestos fijos para cerveceras canadienses o estadounidenses nos hace pensar que en cierta manera patrocinan el festival, pero estuvo bien que tuvieran esos puestos ya que son cerveceras que no suelen tener mucha distribución en ciertas zonas del país. Nosotros destacaremos a dos cerveceras belgas que no conocíamos y cuyas birras nos dejaron sin habla, De Dolle y De Dochter, estos belgas nunca fallan.

Como es la primera vez que acudimos al festival no podemos comparar con el nivel de las cervezas que han participado otros años, lo único que podemos afirmar es que nos pareció una pasada. Es verdad que sólo somos aficionados, y que no vivimos en una ciudad con gran oferta cervecera, pero objetivamente la variedad y la calidad de la cerveza eran fantásticas. En ferias de cerveza en EE.UU., país que nos parece a la mayoría El Dorado de la cerveza independiente, hay que pagar una entrada bastante cara y no encontrareis en casi ninguna la variedad que había en Barcelona. Además, pese a tener su espacio reservado a profesionales, este es un festival que parece dirigido al aficionado, y desde ese punto de vista, creemos que fue un éxito.
Cosas mejorables, varias, casi todas a nivel organizativo. Las colas de la entrada fueron insufribles para los que no estaban acreditados, no había apenas espacio para sentarse, la música de fuera no daba ningún ambiente y este no era un lugar agradable para quedarse pasando el tiempo, el sistema para lavar los vasos parecía colocado mal a propósito, dentro hacía un calor agobiante, y la comida, en nuestra opinión debería haber estado fuera. El Museu Maritim es un espacio muy chulo, pero quizás no el más práctico, realmente ayudaría tener un parque al lado, que se pudiera acotar y que sirviera como espacio de la feria, algo que los organizadores deben pensar para sucesivas ediciones.

Cheers Steve, wherever you are!
Al salir de allí el sábado por la noche nos acercamos al flamante Naparbier Barcelona y una vez dentro quedamos impresionados por la decoración y el buen gusto con el que lo han montado, un diez en ese aspecto. No tuvimos suerte y el trato que recibimos no fue el que hubiéramos deseado. Los camareros no nos avisaron cuando iban a cerrar la cocina, fuimos pidiendo platos poco a poco y cuando íbamos a pedir otra vez nos dijeron que estaba cerrada, habiendo pedido dos raciones para siete. No les habría costado nada decirnos que estaban a punto de cerrar la cocina cuando entramos y habríamos pedido todo de golpe. En su facebook afirman que han contratado a grandes profesionales para el restaurante, y no lo dudo, pero pareció que se preocuparon bastante poco de nosotros. Si habéis estado en París y habéis tratado con camareros de allí sabréis de lo que hablamos.

Finalmente pasamos por Mikkeller Barcelona para terminar la noche y este sitio nos encantó. Muy sencillo y tranquilo, y grandes birrotes para poner la guinda a un gran día cervecero. ¡Grande Barcelona, salud!

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